Breve historia del calzado deportivo




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Breve historia de las zapatillas deportivasA finales del XIX, algunos entusiastas del deporte buscaron, de forma individual, confeccionar un calzado que se adaptara mejor a las necesidades de ellos mismos, y/o de sus colegas atletas.

Con mayor o menor éxito, el primer calzado deportivo se utilizó exclusivamente en ese ámbito.

Sin embargo, la historia de las zapatillas deportivas es la historia de las marcas que las convirtieron en must have. O lo que es lo mismo, que las fabricaron masivamente para venderlas como «rosquillas».

A principios del XX, cuando el gusto por los deportes al aire libre se popularizó y el caucho se convirtió en un material multiusos, Keds invadió el mercado con un calzado extremadamente cómodo para la época, elaborado en tela de algodón lavable y con suela de caucho antideslizante.

Las llamaron sneakers por deslizarse sin hacer ruido, como las serpientes, y causaron furor.

Un año más tarde, Converse All Star se convertiría en favorita gracias a una pionera estrategia de marketing  que funciona hasta hoy día: la de asociarse con una estrella del deporte, en este caso fue Chuck Taylor.

En 1948 los hermanos Dassler, de Alemania, con una importante tradición familiar en la fabricación de zapatillas deportivas y una presencia no menos notable en las Olimpiadas del ’20 y el ’30, se separaron creando Adidas y Puma.

El boom vino después, en los ’50. La indumentaria de James Dean en «Rebelde sin causa»: remera de algodón, vaqueros y zapatillas, ayudó, convirtiéndose en el uniforme de los jóvenes estadounidenses.

En Inglaterra, Joseph William Foster había comenzado a fabricar zapatillas para correr desde la última década del XIX. En los Juegos Olímpicos de París 1924 consiguió que algunos de los principales atletas las usaran en competición. Sentando las bases de lo que sus nietos y herederos llamarían Reebok.

También en los 50, pero esta vez a finales, Phil Knight, un norteamericano egresado de la Universidad de Oregón, viaja a Japón y se entrevista con los responsables de la mayor fábrica de zapatillas deportivas del país asiático: Tiger.

Su idea de importar el producto a Norteamérica fue todo un éxito gracias a las mejoras introducidas en la calidad, el diseño y el marketing. A finales de los 60 sus zapatillas se comercializaban bajo la marca Nike, que significa ‘victoria’ en griego.

Otras firmas vinieron a engrosar la lista, tanto que hoy día resulta difícil elegir. Pero todas ellas, las más antiguas y las más modernas, continúan con ese espíritu de innovación enfocado en la mejora del rendimiento deportivo que las ha hecho grandes.