Skate eléctrico, un regalo ideal para todas las edades

El «boom» del skate

Lo que en sus inicios fue un deporte de minorías, se ha convertido últimamente en un boom, gracias a las cualidades de los nuevos vehículos que han alborotado al público, sin distinciones de edad. Cómodos, versátiles, rápidos y sencillos, los skates eléctricos se han posicionado como un medio de transporte y un artefacto de ocio con mucha aceptación. Más allá del marketing que ha hecho que todos queramos uno, podríamos atribuir su éxito al bajo costo, portabilidad, cualidades e impacto ambiental.

El skate eléctrico, en países como EEUU, China o Japón es considerado un medio de transporte útil que se utiliza en tiendas, shopping o empresas con grandes superficies para recorrer. En nuestro país, son los más jóvenes quienes se han apropiado de esta novedad tecnológica que amenaza con reemplazar a la bicicleta. Basta con dar un paseo por la costanera por la tarde para poder ver niños, adolescentes y adultos haciendo equilibrio sobre estos artefactos. ¿A quien no le divierte la idea de tener uno?.

Todo esto lo hace un regalo infalible para los más chicos de la casa. Solo es cuestión de equilibrio, donde radica el quid de la cuestión.

Partes del skate eléctrico

El skate o patín eléctrico de dos ruedas tiene una carcaza de plástico, luces, gomas que se adhieren al calzado. En el cuerpo encontramos el botón de encendido y la boca de alimentación de la batería. La mayoría requiere de dos horas para cargar la batería y brindan en promedio una autonomía de 18 km. Sus ruedas pequeñas limitan un poco las superficies donde podemos desplazarnos pero, en superficies lisas e incluso con pequeños desniveles funciona a la perfección.

Uso fácil

Solo tenemos que encenderlo, montarlo y listo! Su uso es muy intuitivo, cuestión de inclinar unos grados el cuerpo hacía donde queremos desplazarnos y el móvil se desliza silenciosamente. El dispositivo emite una señal cuando la batería está próxima a agotarse.